viernes, 8 de julio de 2016

Los poetas de la vida

Ya lo decía Charles Manson a su grupo de seguidores en los años 60: “La palabra es el ladrillo de la realidad”. Con el objetivo de arrancarnos de la miseria cotidiana, de la mediocridad de la existencia y con los fines no tan confesados de evitar revueltas sociales, levantamientos masivos o suelta de veganos, se ha creado un grupo conocido como ¨Los poetas de la vida¨.
Algunos creyeron identificar a parte de sus miembros, pero esto es improbable, los datos son muy inciertos y contradictorios ya que actúan destrás de bambalinas moviendo los hilos invisibles de nuestra interfaz con el mundo. Su misión es nombrar con palabras que nos llenan de ilusión y esperanza a cosas o actividades que no salen de la vulgaridad y el desatino del sistema. Se han reconocido algunos trabajos como bautizar con los nombres de Cardiobox, Crossfit, Hotfitness, Fitterclass, FitFuckingFatBoy a la acción y efecto de saltar como un mono para bajar las medialunas del domingo. También se inmiscuyen rastros de la obra de estos poetas en los comerciales de yogur donde esta ordinaria leche cuajada pasa a resolver aspectos vitales de la existencia por medio de probióticos y lactobacilus que tienen el poder de regular el intestino, proteger la flora, fauna y facilitar el acceso a un crédito hipotecario.
El marketing es un caldo de cultivo constante de estas denominaciones que hacen que vender un jabón para lavar la ropa nos eleve al nivel de “hacer un planning inbound y outbound para lograr el engagement del target¨.
Y ni hablar del menú en los reastaurants donde cualquier obrero alienado puede convertir su experiencia de comer un sánguche de milanesa en degustar un “Tierno filete de aberdeen angus con lluvia de harina crocante en cama de masa fermentada con mayonesa”.

El debate moral es ajeno a este escrito y queda a elección del lector someterse a la bijouterie verbal para aliviar su carga existencial o ser quien desenmascare la maquinaria simbólica que tiende un manto de fantasía sobre nuestra humanidad y agrega cumbia, couching y Paulos Cohelos al mate cocido diario.