miércoles, 24 de febrero de 2010

Las estaciones del alma

Nuestro stock de sensaciones está lleno de persistentes recuerdos generados con el olfato. Tal vez el sol en sí, no tiene un aroma particular, pero cuando toca las cosas del mundo, destilan un fantasma salado como agua de mar. El primer día soleado del verano es un viaje espontáneo a todos los veranos, a una aburrida tarde de siesta y calor, a una chicharra solitaria e insistente, a piel caliente evaporando cloro de la pileta, a pelo mojado, a jazmines y a césped recién cortado. El verano huele a la excitación de lo que está por pasar, a la ansiedad de lo que viene.
Hoy, la temperatura bajó y se activaron otras impresiones. Una sensación más oscura, con sombras de encierro, el papel de las hojas de una carpeta, la TV encendida, el vapor del agua de las pastas y una melancolía lejana, casi ajena. El frío huele a pasado, a oportunidad que se fue, a abrazo que no llegó.

PD: Gracias Nemer Ibn El Barud por el nombre del post.

domingo, 21 de febrero de 2010

Tecnología II

La tecnología de la información no deja de generar herramientas útiles que nos hacen ganar tiempo y nos mantienen conectados.
Es fácil verlo en un oficinista de rango medio que llega a su puesto de trabajo y después de preparar café abre su Outlook, que inmediatamente sincroniza con su Gmail y su Hotmail para poder recibir todos los mensajes en una sola casilla y evitar el incordio de revisar cada correo, aunque mantiene abierto su Gmail porque allí hay contactos que no tiene en el Chat de Msn, el cual conserva porque es la plataforma que soporta su teléfono. No olvidemos que su móvil 3G además posee un cliente de Twitter que no tiene que dejar de replicar en su computadora portátil, ni en la de su oficina, ya que con esta operación estaría evitando tener que entrar a la web de Twitter y así ganaría más tiempo. Como los minutos apremian, decide usar el Bluetooth de su celular para transferir la lista de contactos a su laptop y de paso aprovecha para pasar la música de su Ipod, que previamente había conectado al chip del teléfono, aunque en la transferencia también se cuelan las fotos que sacó en las vacaciones con la cámara digital que también soporta una plataforma móvil y esto lo utiliza para subir sus fotos directamente a la web de C5N, cuando quiere participar como corresponsal, sin tener que pasar por el trámite de subir primero el material a YouTube y allí relinkearlo. Además, nuestro oficinista no puede dejar de participar socialmente posteando comentarios o imágenes en Facebook, sobre todo porque sólo allí tiene la posibilidad de enviar Quizzes y regalos como cafés digitales, además de que su cuenta se encuentra seteada para que Twitter publique automáticamente su estatus.
Así llega el mediodía y nuestro oficinista sale a almorzar, satisfecho por todo el tiempo ahorrado en la mañana.
Cuánto bien le haría a la humanidad que el Ipod pueda sincronizarse con el marcapasos, y a su vez, poder linkear éste a la licuadora para que cuando la encendamos nos baje los mails en el nebulizador y podamos ver TV digital en vivo en la pantalla del microondas mientras calentamos una pizza.
Gracias a todos los que dedican los días de su vida a hacernos la nuestra más sencilla.

Un sueño

Estaba yo en una casa muy grande, con muchas habitaciones y resulta que vivía en una de ellas con mi amiga Anabel. Entré a nuestro cuarto, me senté en mi cama y me estaba por poner las zapatillas cuando noto que las que estaban ahí no coincidían con ningún modelo de zapatillas que tengo. De hecho, eran unas Ponys beige que jamás había visto en mi vida. Entonces comencé a sospechar y pregunté: “Ani, estas zapatillas existen?” Ella, dentro de la lógica del sueño me responde: “Sí, están ahí”. “Ya sé, pero me parece que no son reales”. Y allí comenzó la magia: “Ani-agregué-yo no vivo acá, vos tampoco y estas no son mis zapatillas, esto es un sueño!” Ella sonrió porque se dio cuenta de que era lo más divertido que nos podía pasar en el mundo: compartir un sueño, uno disparatado, sin culpas, sin consecuencias, sin espacio, sin tiempo. “Qué hacemos?” preguntó. Yo escruté la habitación, no había strippers, no estaba Brad Pitt cortándose las uñas, ni Ashton Kutcher haciendo tarea de matemática, pero vi una ventana que daba a la calle desde un piso 3 aproximadamente. “Saltemos como en Matrix!”
No dudamos ni un segundo en empezar a rebotar por los edificios, la adrenalina brotaba por los poros, nos reíamos como dos taradas hasta que de pronto encontramos un jardín de infantes vacío de infantes, pero lleno de muñecos de porcelana tan horribles que eso aumentó aún más el placer de hacerlos pedazos a patadas.
Un ruido ajeno a nuestros gritos y nuestra risa me empezó a tironear hacia fuera. No…no me quiero despertar! Traté de concentrarme en la situación, de ver con mayor claridad la escena del sueño, estaba haciendo un gran esfuerzo por aferrarme a lo que estaba pasando allí. Ani, paciente, me esperaba parada al lado mío y me pedía con la mirada que esto no termine así, que la diversión apenas empezaba.
Y Kato gritó. Porque no tenía comida, porque quería salir o porque sólo quería despertarme para que le haga mimos, pero gritó y su aullido fue como una abducción. Tardé en llegar. Habrá gritado 3 o 4 veces. Siempre me levanto para ver qué necesita, pero esta vez, no lo merecía y tuvo que esperar a que más tarde me despierte de cualquier otro sueño intrascendente para abrirle la ventana que da al balcón.

jueves, 11 de febrero de 2010

El trabajo de buscar trabajo

Como casi todos los días, hoy me tomé el trabajo de recorrer los sitios donde se publican ofertas laborales como bumeran.com.ar, computrabajo.com.ar, zonajobs.com, y demás webs de la misma calaña intentando encontrar un lugar donde pueda aportar mis servicios al sistema capitalista y cambiar las horas de mi vida por un salario.
Hay algunas cosas que me llaman la atención y tengo el propósito de compartirlas para que mi análisis sirva de faro al joven egresado de la secundaria a la hora de elegir una carrera universitaria.
A saber, uno de los perfiles más requeridos son los Java Testing 2.8 con XSL habiendo utilizado PL-SQL, Forms y Reports. VMN+, en lo posible, de nivel senior. Daría cualquier cosa por saber qué es lo que hace ese nerd para que lo busquen tanto.
Por otro lado, evidentemente está muy de moda ser “Analista de algo”. Uno puede encontrar que se requieren “Analistas” de casi todos los oficios y profesiones que se conocen, por lo tanto, mi consejo es que agregue esa palabra en su CV. Si usted es Licenciado en Marketing, titule su hoja de vida: “Analista de Marketing”, como también puede usar “Analista de Destapes de Cloacas”, “Analista de Paseo de Perros”, etc.
También podemos hallar a aquellos que nadan en aguas muy estrechas, pero profundas, es decir, los que buscan a los superespecializados como a un “Ingeniero en medición de roscas de tapitas plásticas de envases de gaseosas Light, no descartables”, con 15 años de experiencia. Pobre señor, si se la pasó midiendo tapitas tanto tiempo, probablemente vaya a la entrevista con un bidón de nafta para inmolarse automáticamente, sentado en el silloncito giratorio del escritorio donde es evaluado, si es que vuelven a contratarlo.
En algunos avisos no disimulan la voluntad que tienen de sobreexplotar a los más tiernitos con frases tipo “Buscamos estudiantes, entre 18 y 22 años, con muchas ganas de aprender. Ofrecemos experiencia en el área” Malditos opresores de carne fresca, no les dan ni el pancho ni la Coca, les conviene irse a un piquete!
Por último, descubrí que los puestos más interesantes y aquellos que tienen un valor impagable para la humanidad, evidentemente son tan impagables que sólo son ad honorem, como los voluntarios que se convocan para hacer trabajos de limpieza en reservas naturales, relevamientos de especies en peligro, maestras de talleres para niños discapacitados de bajos recursos o médicos sin fronteras, ninguno de ellos se dará el lujo de cobrar lo que se ofrece por un Tester Junior de Batidoras Mini Pimer, jamás.

lunes, 8 de febrero de 2010

Calentitos los panchos

Mi colega y compatriota Jonatan Ravinovitch presentó recientemente a la revista Climatology Today un paper intitulado: El verano y la Tecnología. En este documento analiza el impacto sobre las individualidades que genera la desconexión intempestiva de las redes sociales que sufren los habitantes de Latinoamérica ante los reiterados cortes de luz que se ocasionan como resultado de las altas temperaturas. Es muy interesante investigar sobre el impacto que produce una conversación de chat interrumpida abruptamente, la desesperanza que causa el momento en que la energía eléctrica se ausenta cuando casi casi se estaba por subir una foto de 25 megas o cuando la iluminación espontánea que estábamos viviendo contestando un mail muy importante, se ve asaltada por la oscuridad de una palanca que se baja.
El hombre sudamericano, su vida digital y consecuencias sociales en épocas estivales es tema de análisis del Dr. Ravinovitch, lo que aquí nos compete son, sin embargo, algunos consejos útiles para palear la ausencia de dispositivos de acondicionamiento de temperatura, es decir: aires y ventiladores.
Si usted es sorprendido por un corte de luz cuando el informe meteorológico anunció 42 grados a la sombra, siga las siguientes instrucciones:
-Quítese toda la ropa que su pudor y compañía en ese momento le permita.
-Acuéstese sobre baldosas frescas o azulejos.
-Controle la respiración e intente no realizar absolutamente ningún movimiento que implique la generación de calor.
-Si su heladera aún mantiene el frío, busque la merluza que guardaba en el freezer y frótesela por el cuello.
-Si tiene una tortuga de mascota, usualmente tienen las panzas frías, por lo tanto, recuéstese y colóquela apoyando el vientre del animal en su frente.
-Ni hablar si llega a tener gelatina hecha, sumerja sus pies en el bowl y con un movimiento suave, intente que se inmiscuya entre sus dedos.
-No se exaspere porque aumentará la temperatura de su cuerpo, trate de viajar mentalmente hacia la central de la EPE e imaginar que descarga su ira arremetiendo sexualmente contra sus directivos.
-Cuando escuche el “piii” del microondas, ese canto de sirenas que le anuncia la gloriosa llegada de la corriente a sus tomas eléctricas, no se olvide de celebrar y de dar gracias al Señor. Bienaventurados son los mártires agradecidos.

jueves, 4 de febrero de 2010

No apto para románticos

Ayer me preguntaron si creo en el matrimonio. Pienso que es un acto totalmente cultural y como cultural que es, por definición, es antinatural. Hay suficiente evidencia a lo largo de la historia de uniones por conveniencia y separaciones por infidelidad. Pero, yendo al acto en sí, entrar a un edificio vestida como jamás me vestiría para salir a la calle, pararme frente a un señor, ataviado aún mucho más ridículamente que yo (que alguien que conozco dice que viene de manosear niños), parado debajo de una figura de un hombre semidesnudo y crucificado y prometerle que voy a estar para el resto de mi vida con la persona que está al lado mío, cuando por experiencia sé que también la he pasado muy bien con otros y él de la misma manera, es al menos, para no decir otra cosa, bizarro.
El hombre es un animal rarísimo que teniendo tanta capacidad para expandirse mental y emocionalmente, se la pasa creándose estructuras para encerrarse: la escuela, la empresa, el club, las fundaciones, la familia, el matrimonio y cualquier forma de amontonamiento social que lo haga sentir que pertenece a un grupo, que comparte intereses con otro, que puede identificarse con los demás y proyectar un futuro hacia donde no va a caminar solo. Y esa es una de las mayores virtudes que perdió el ser social: la capacidad de estar solo. La estabilidad, la seguridad y la eternidad son ilusiones que buscamos para acallar al miedo a lo desconocido y a la soledad. Cuando aprendemos a disfrutar de nuestra propia compañía es cuando podemos estar con alguien sin exigencias, sin la necesidad de promesas, papeles o testigos celestiales. Cuando aprendamos a conocernos y nos sinceremos con nosotros mismos será cuando podamos tener una sociedad más solidaria, más compasiva, más permeable al sufrimiento ajeno, con lazos más profundos y reales.
No soy una ferviente opositora del matrimonio, me resulta tan insignificante que me da lo mismo y si a mi mamá o a mi suegra les hace feliz, hasta tal vez lo haría.
Eso creo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Sobre la tecnología

En la Antigüedad un hombre era capaz de saber todo lo que se sabía en su época. Hoy, en materia de escarabajos no más, por tomar un ejemplo, hay descriptas unas 360 mil especies y a cada segundo se generan y se publican toneladas de datos de temas sobre los cuales podemos vivir tres vidas seguidas sin tener la necesidad de enterarnos que existen.
Todos estamos conectados por una red que nos hace visibles constantemente. Mientras estemos on line, el mundo nos sigue con su spotlight digital y cualquier desconocido del punto más remoto del planeta se puede enterar que las empanadas, me gustan de provolone. Facebook, Twiter, MSN, Google, You Tube y cualquier dispositivo que salga mañana para tener Internet endovenoso y publique automáticamente hasta el último acto insignificante de tu vida, para que otros, con menos vida aún, lo comenten y lo festejen, es, para muchos adoradores de la tecnología, un avance. ¿Un avance para ir adónde?, pregunto yo. Entonces, en este momento, aparte de vegetariana, soy retrógrada. Pero sólo veo que la tecnología y la capacidad para sobreconectarnos o sobreinformarnos esquiva ampliamente a la pregunta: ¿para qué? ¿De qué nos sirve la información si no hay reflexión, si no hay cambio, si no hay un plan?
Sabios, eran los de antes. Hoy hay miles de zombis aturdidos, repitiendo titulares de diarios, compartiendo imágenes de vidas ajenas, espiando hasta el hartazgo las intimidades de gente que no tiene intimidad, fantaseando en ventanitas de chat con personas que no existen, apoyando causas con el mouse, invirtiendo tiempo en tardes estériles y en noches con luz de monitor.
No reniego de la tecnología, la uso y no dejo que me use. No soy una desertora del mundo informado, sólo averiguo lo que quiero saber o aprendo aquello que me da placer aprender. Y si este post lo lee un armenio mientras se prepara un café con ron, que lo disfrute, brindaré por él esta noche.