miércoles, 24 de febrero de 2010

Las estaciones del alma

Nuestro stock de sensaciones está lleno de persistentes recuerdos generados con el olfato. Tal vez el sol en sí, no tiene un aroma particular, pero cuando toca las cosas del mundo, destilan un fantasma salado como agua de mar. El primer día soleado del verano es un viaje espontáneo a todos los veranos, a una aburrida tarde de siesta y calor, a una chicharra solitaria e insistente, a piel caliente evaporando cloro de la pileta, a pelo mojado, a jazmines y a césped recién cortado. El verano huele a la excitación de lo que está por pasar, a la ansiedad de lo que viene.
Hoy, la temperatura bajó y se activaron otras impresiones. Una sensación más oscura, con sombras de encierro, el papel de las hojas de una carpeta, la TV encendida, el vapor del agua de las pastas y una melancolía lejana, casi ajena. El frío huele a pasado, a oportunidad que se fue, a abrazo que no llegó.

PD: Gracias Nemer Ibn El Barud por el nombre del post.

2 comentarios:

  1. Cuando era chica solía visitar seguido la casa de mi abuela paterna, casa q ahora no visito desde hace 10 años.
    Mi abuela tuvo la gracia o la previsión tal vez, presagiando q tendría varios nietos, de tener un jardín repleto de plantas y árboles frutales. A mi me llamaba mucho la atención una planta a la q apodaban "coronita de novia". Solía detenerme a mirarla pensando q todas las novias del mundo llevarian un ramito de esas el dia en q se casen.
    Una de las últimas visitas que le hice fue cuando comenzaba un otoño de un año incierto de una fecha de esas q no se graban en la memoria. Lo q si se grabó y para siempre fue el aroma del jardin, un aroma extraño y fugaz q me hizo sentir q ese instante ya lo habia vivido, quizas con otro cuerpo en una instancia aún mas remota, una especie de deja vú.
    Los aromas dejan huellas indelebles en el alma, huellas q van mas allá de nuestra existencia actual. Pero todavia, si cierro los ojos, lo traigo como agarrado de los pelos, y ahi está, siempre presente, la extraña sensación de q el pasado es presente y futuro, y que los abrazos llegan siempre q uno tenga los brazos abiertos.
    Me encantó lo que escribiste hoy.

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  2. A mi me encanta que lo que yo escribí te haya hecho escribir lo que vos escribiste.

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