Muchas veces nuestros deseos caen en manos de un ángel, que se aparece en forma de paloma gris, absolutamente irreconocible junto a otras miles de palomas grises. Sus intenciones son buenas y sinceras, pero su capacidad deja bastante que desear.
Se apura por cumplir y nos hace enamorar de la persona equivocada, se queda dormido y nos deja esperando una oportunidad, se distrae y nos regala un sueño ajeno, se olvida y nos reencuentra con alguien que no debíamos volver a ver.
Más se esfuerza, más la embarra.
Hace mucho, otro ángel le dijo: No hay desgracia más presente que esa que más tratamos de evitar.
Adelante muchacha, si apostás a los Angeles Ineficientes, el que yo relato es por si, el peor de todos.
ResponderEliminarPor eso te invito a que visites mi blog:
http://lascronicasdelangelverde.wordpress.com/
Saludos y muy buena tu página