miércoles, 17 de marzo de 2010

Lo imposible

Una vez, en mayo, en Francia, los muros gritaron: “Seamos realistas, pidamos lo imposible” y esta consigna se transformó en el leitmotiv que encendió miles de almas apasionadas en busca de un cambio en el mundo, en busca de la propia libertad. Una parte de la sociedad fue sacudida por este lema, se sublevó, se movilizó, sacó su corazón insurrecto a la calle y exigió un sueño. Otra parte pensó que era una pelotudez, obra de hippies y malvivientes.
De cualquier forma, es innegable el poder inspirador del enunciado. Aunque, en pos de un valor poético, peca por su exagerado romanticismo y esta condición se vuelve en contra de su verdadero significado. La belleza de su música nos impide tomarlo en serio.
Pero, ¿qué separa a lo imposible de lo posible? No hay respuesta más concreta, real y tangible para esto: el tiempo.
En los últimos días escuché a las personas con las profesiones más disparatadas, los logros más increíbles y los proyectos más inalcanzables, decirme: “bajá a la realidad”. Cuando lo imposible se volvió cotidiano, la gente deja de verlo como un sueño cumplido. Lo imposible puede ser fruto de un trabajo de hormiga o de una decisión espontánea. Así como el domingo Max dijo: “Hace tanto tiempo que quiero tirarme en paracaídas, que no puedo creer que hoy me levanté, me subí al auto, me anoté en una lista y me tiré”.
En este humilde post pido a los escépticos que hagan una lista de la cantidad de cosas que les resultaban imposibles y luego fueron alcanzadas. Alicia, la del país de las maravillas, pensaba en 6 cosas imposibles antes de desayunar, es un excelente ejercicio creativo, pero algo desmotivante. Yo propongo pensar en una cosa que resultaba imposible y luego no lo fue. Seguramente antes de andar en bicicleta te parecía una misión impracticable montarte y mantener el equilibrio, pero lo lograste, o aprender a manejar, a escribir, a hacerte una trenza…¿cuántas cosas te parecían increíblemente lejanas?
“Seamos realistas, pidamos lo imposible” no es más que una condición natural del ser humano y hasta que no la tome con la seriedad y la sensatez que merece, no va a poder ser conciente y disfrutar de la magia de su propia vida.

3 comentarios:

  1. Allons enfants de la patrie!!!!

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  2. No logro salir de mi asombro, removiendo sensaciones olvidadas sobre los destellos de adrenalina y sorpresa que deja deleitarse con palabras “interesantes”.
    De la manera más trillada existente llego a tu blog bajo la recomendación de mi media sandia (Emanuel), con sus particulares estímulos que se ocultan bajo un enunciado reacio;
    -No sé, todos dicen que es buena… a mi no me gusta leer, y no entiendo sobre creatividad… yo sólo hago que las cosas se vean lindas y punto, entrá vos y fijate…
    Y acá estoy, acompañada por el más sabio de mis amantes (el mate) y una infinidad de ansias desbordantes… tales, que sencillamente no logro dejar de leerte.
    Por favor que esto no se confunda con obsecuencia… estudio Comunicación Social, me gesté utilizando de Biblia a Dolina y Ángeles Mastreta, luego de ellos no logré nunca más hallar la misma sensación sin tildar de insulso o absurdo a un texto breve… y acá estoy, queriéndote mandar un ringtone de mis aplausos.
    No sé, quizás la realidad me desbordó y el echo de que Ricardo Fort se halla convertido en la temática más insistida por los medios de comunicación realmente tiene consecuencias nocivas a la salud.
    De todas formas escojo aquella línea de pensamiento donde realmente me gusta lo que escribís y sos completamente merecedora del lugar de “Favoritos” en mi espacio cibernético.
    Saludos y ha sido un placer.

    Ailén

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